lunes, 15 de octubre de 2007

no se si contar lo que estoy pensando, lo que recordé o lo que acabo de hacer.
todos o alguno de ellos.
domingo, es de noche, sola, estado suvemente intoxicado. me acordé de una tela vieja, que no se porqué alguna vez me habían legado, blanca, ya amarilla. corté un trozo, me desvestí, me vestí en la tela.
así envuelta me fuí hasta el espejo oval que fuera de mi tía, y me miro, cambio una lámpara para que la luz me diese mejor. yo sería fotógrafa si no odiase la fotogrfía.
y tomo un vaso -no una fina copa, sino un vaso cualquiera, el que en otro tiempo fue envase de un queso- y vierto medio vaso de vino tinto sobre la tela y mi cuerpo.
luego me quedo mirándome, encantada del color, del aroma, del tacto.

2 comentarios:

Emma dijo...

¿Suavemente intoxicada? Entre toga griega y copa de vino. No me gustaría ser una fotografía (aunque amo sacar fotos) porque sería nada más que un instante ¿no?

Natalia S dijo...

Había tomado bastante y fumado bastante.
La primera parte parece ser costumbre de algunas mujeres de mi familia.

La fotografía... no se si poner ahora algo sobre fotografías o sobre mi tía.